domingo, 21 de noviembre de 2010

Perdidos en Tokio (2003): Fabula sobre el existencialismo y la soledad.

Las grandes ciudades normalmente pueden tener varios millones de habitantes, parece imposible estar solo en una ciudad grande, pero la realidad es otra. Ejercitos de seres humanos caminando de un lado para otro, ruidos ensordecedores y a todas horas, constante acinamiento, estres, hablamos de soledad en estado puro. Normalmente cuando viajamos a algun lugar desconocido, nos alejamos de todo lo que consideramos normal o comun, y si en algun momento estamos solos,  la experiencia puede tornarse algo deprimente para algunos.
Cuando dos personas se conocen y comparten una misma situacion de soledad, aun sin que estas tengan mucho en comun, puede nacer un sentimiento de afecto y despues amor. Ya que los seres humanos somos sociables por naturaleza, y nos gusta buscar un refugio en los demas aunque solo se trate de una persona. 
Este es el caso de esta pelicula en donde un conocido actor de 50 y pico años llamado Bob Harris (Bill Murray) cuya carrera esta en decadencia tiene que viajar a Tokio para grabar un comercial en donde le van a pagar muchisima plata, mientras que una joven y bonita mujer de mucha menos edad (veintilargos supuestamente) llamada Charlotte (Scarlett Johansson) se encuentra en la misma ciudad acompañando a su esposo fotografo. Las historias de ambos son muy diferentes, pero en ese momento de choque cultural con un pais realmente diferente comparten la misma sensacion de desapego, confusion y soledad. Cuando sus vidas se encuentran surgira una relacion marcada por un profundo amor, el cual se manifiesta en situaciones clave (una sonrisa en el ascensor, un cruce de miradas, una charla como la que nunca en su vida tuvieron, un karaoke, un abrazo, un beso de despedida), y hace que ellos en lugar de querer irse, pretendan quedarse un rato mas para disfrutar al maximo de esta experiencia.
Esta historia en todo momento es humana, paciente, inteligente pero tambien ironica y divertida. Las vidas de dos personas infelices se juntaran y encontraran una razon para vivir y para disfrutar de la vida en si. Pero es claro que la moraleja va tambien por ese lado, ya que no importa que tan diferentes seamos siempre podemos sacar lo mejor de cada uno, es algo tan elemental pero tan idealizado que pareceria utopico. No obstante este historia podria suceder en cualquier lado y no seria utopica, porque esto es cine sumamente terrenal que aun asi invita a soñar.
En mi caso particularmente, esta pelicula me identifica mucho, porque en inumerables ocasiones me e sentido perdido. Y esa es la frase que marca el comienzo y el final de la pelicula "Everybody wants to be found" (Todos queremos que nos encuentren), pero para eso debemos encontrarnos nosotros mismos.

Mi puntaje: 10/10

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