El fenómeno de los remakes empezó conforme decaía la imaginación de las grandes cabezas de Hollywood, no obstante algunos han sido muy bien recibidos por la crítica y el público. Sobre todo, aquellos que le aportan frescura a la pelicula (o saga) que les toca reproducir.
Este es el caso de "El Planeta de los Simios: Revolución", un remake/homenaje de la popular Saga de los años 70. Quizá el hecho de que nos quiera contar una historia diferente, para explicarnos el origen del dominio de los simios sobre nuestro planeta, sea el mayor punto a favor de la pelicula, dado que no busca repetir la historia sino ver todo desde otra perspectiva pero respetando la historia original. Es una forma inteligente de no defraudar a los antiguos fans (que ahora deben ser gente mayor), y de sumar nuevos fieles.
El proyecto quedo a cargo de gente muy capacitada, sin embargo resultó difícil crear expectativa, debido principalmente al fallido remake de Tim Burton en 2001, que no gustó en lo absoluto. Pero la produccion de la misma nunca se vió cuestionada, seguramente porque los productores confiaban demasiado en los realizadores (una buena desición a todas luces).
Se puede decir que la historia es interesante, Andy Serkis (quien personifica a César) y John Lighthow se llevan todos los laureles, los efectos especiales son de primer nivel y casi no se piensa en ellos, y el argumento y el guión tienen convicción y firmeza. Pero lo que mas me impactó de la película fue su intensidad, resulta impresionante ver como los seres humanos crean sus propios monstruos, y de como el simple hecho de jugar mal las cartas de la existencia hace que terminemos siendo perjudicados por un mal peor (o mas de uno) que el que pretendemos subsanar.
Quizá sea la parte realista del relato, y no la fantástica, la que termine siendo la mas atrayente. Porque si bien la pelicula es fantasiosa tiene una base real que nos asusta, porque partimos de una realidad que todos conocemos. Y a veces la diferencia entre la realidad y la ficción es solo una delgada linea roja.
Otra cosa importante es que a mi critierio personal, me quedaron ganas sanas de ver una segunda parte. Quiza el porque de esto se deba a la fidelidad y el respeto que hay con la saga de los 70 o con su libro homonimo, y a su vez las ganas de explorar en territorios donde las otras películas no fueron. Eso se nota en los guiños que hay hacia las versiones antiguas (la Estatua de la Libertad de juguete con la que juega Cesar, la Mision a Marte que se extravio, el Simbolo del Ejercito Simio que César copió de la figura de su ventana), y con un final abierto que anuncia una secuela. Afortunadamente se ignoró la version de Tim Burton de 2001, que fue mala en solemnidad.
Finalmente quiero decir que los verdaderos protagonistas aca son los simios, no solo el César de Andy Serkis, sino todos los que aparecen en pantalla. Son antropomorfos, como cabía esperar, pero uno se la cree porque son los animales mas parecidos al hombre (genéticamente hablando) y a eso no hay que pasarlo por alto. Sobre todo para entender donde radica una trama donde nuestros primos peludos se nos revelan.
Recomendada para los amantes de la Ciencia Ficción en General, y para los amantes de películas con intensidad narratva y visual. A mi me gustó mucho.
Mi Puntaje: 9,5/10
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